LOS FRIJOLES BRINCADORES
DE ÁLAMOS, SONORA
.
En 1933, existían en Álamos, Sonora, las siguientes casas comerciales exportadoras de los frijoles brincadores: J. Marcelino, Alfredo J. Almada, Joaquín Hernández y Manuel S. Corbala.
Estos frijoles brincadores se producen en una zona situada al oriente de la municipalidad de Álamos, Sonora, al pie y a lo largo de la sierra de Milpillas, hasta la proximidad del Río del Fuerte Sinaloa. En ésta zona se produce espontáneamente, sin cultivarse en ninguna parte.
El arbusto que la produce en algunas partes, adquiere bastante desarrollo y se encuentra en el margen de los arroyos y barrancas.
En el mes de mayo, suele haber una producción preliminar que se designa en la localidad con el nombre de "brincador breve", cuyo producto es de escasa producción.
La mayor producción tiene lugar después de las primeras lluvias de verano, en los meses de junio a agosto, disponiéndose de poco tiempo para recoger la cosecha, porque ésta es arrastrada por los arroyos en las grandes lluvias, lo que dificulta la recolección.
Se ha dado en llamarse “frijoles brincadores de México”, como falsa traducción de “Mexican Jumping Beas”, a las semillas brincadoras de México, que nada tiene que ver con los frijoles, sino que denominación está fundada en la traducción de la palabra Inglesa “Beans”, que en este caso no significa “fríjol”, sino “semilla”.
Esta, tiene en su interior un gusano que produce los movimientos y que es la larva de un microlepidoctero, conocido científicamente bajo el nombre “grapholitha saltitans”.
En 1933, los recolectores de los frijoles brincadores lo vendían de $ 4.50 a $ 5.00 moneda nacional, por litro y en éste mismo año se prohibió la importación de estos frijoles en los siguientes países: Cuba, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Suecia, Japón, Australia y Filipinas.
El día tres de octubre de 1989, por la mañana, me cita El Señor Joaquín Hernández S., para que le haga una entrevista sobre los frijoles brincadores, me dice lo siguiente: únicamente por razones aclaratoria y de ninguna como propaganda o pretendiendo que se haga alguna aclaración, sobre los datos que me enseña sobre los exportadores de frijoles brincadores, me permito infamarle a usted que los señores J. Marcelino, Manuel Corbala y Alfredo J. Almada, no fueron exportadores de brincadores.
Estos señores solo fueron compradores por mi cuenta, por algunos años y el producto me lo entregaban y yo hacía la exportación al extranjero. Con respecto al Señor Alfredo
J. Almada, este señor únicamente compraba una cantidad chica para enviársela a sus familiares y no como negocio.
Y luego me comenta el Señor Hernández, lo siguiente: Cuando yo empecé a exportar
Los Fijotes Brincadores, fue exactamente el año 1921, y como no había bancos en Álamos, existía una casa que hacia operaciones bancarias, con el nombre de T. Robinsón Bours y Hermanos, por ese conducto me enviaba el pago mi primer cliente un señor Dunlap de los Ángeles California, y como en esa oficina trabajaba el Señor Antonio R. Bours, al informarse del negocio también se dirigió a la misma persona y el pedido lo repartía entre Señor Bours y su servidor, pero en poco tiempo yo extendí la exportación de los brincadores tanto a Estados Unidos, como a varios países del mundo y con este motivo ya el Señor Bours, no pudo competir dejo el negocio quedando yo como absoluto exportador exclusivo por muchos años.
También aprovecho la oportunidad, para comunicarle a usted Zatarain, que en aquel tiempo había abundantes cosechas de este producto, que a pesar de surtir pedidos grandes siempre sobraba cosecha.
Desgraciadamente hoy pasa lo contrario, las cosechas son cada año menos y ya no alcanza para surtir los pedidos por ello muchos clientes importadores han dejado de hacer negocio.
Considero que el motivo de la escasez de la cosecha se debe principalmente a que las épocas de lluvia en tantos años han cambiado mucho, pues actualmente llueve a veces todo los meses o cuando menos varias veces en el año lo que no ocurría en años anteriores, pues las lluvias eran exclusivamente de fines de julio a mediados de septiembre y las lluvias de invierno generalmente en diciembre o enero, pero en el resto del año no lluvia.
Con las lluvias mas frecuentes la mata de un producto prematuro que le nombramos breve y que en realidad es un fruto de muy mala calidad de muy poca vida y no es posible comerciar con él.
Se me pasaba mencionarte Manuel, que en la revista The Saturday Evening, de 2 de mayo de 1942, salió un artículo publicado por medio del cual me nombraban el Rey de los Frijoles Brincadores Mexicanos, para lo cual vino un corresponsal a Álamos, para tomar fotografías y enseguida en muchas revistas tanto de Estados Unidos, como de otros países publicaron artículos referentes a los frijoles brincadores y mencionando al suscrito precisamente EL Rey de los brincadores Mexicanos.
Por cierto conservo en mi poder todas estas revistas aludiendo mi reinado y muy a pesar mió después de tantos años y con la notable disminución de la cosecha la cual ocasionó el desplome del negocio actualmente se acabo mi reinado y creo que por ahora apenas llegaría a Vasallo del Rey.
Y finalmente con tristeza me comenta: Le suplico me disculpe que me haya tomado la libertad de dirigirme a usted, haciendo esta aclaración que viéndola bien no tiene ninguna importancia, pero a usted como escritor le gustaría saber creo yo más de la historia de los famosos Brincadores Mexicanos, conocidos en el exterior de Mexican Jumping Beans.
¿Existen los “frijoles saltarines”?
Martes, Julio 24th, 2007 in Anécdotas, Mitos
En el norte hay frijoles muy curiosos de mirar porque tiemblan, se estremecen y se mueven sin cesar.Por el porte son iguales al fríjol que hay por acá,pero saltan, brincan, danzan y se agitan sin parar.Ese gran misterio un buen sabio estudió,y al abrir el frijolito toda su ciencia se sorprendió.Porque hay un insecto chaparrito y se mete, no sé cómo,a divertirse en cada fríjol.© 1954 Francisco Gabilondo Soler” CRI-CRI el Grillito Cantor”
Recuerdo que cuando era pequeño me divertían mucho unos dibujos animados en los que se caricaturizaban unos frijoles saltarines que realizaban piruetas increíbles… Ya mayor, un buen amigo y socio nos juraba que siendo pequeño su padre le había conseguido unas asombrosas judías que se movían respondiendo a estímulos externos. No le hicimos mucho caso y yo seguí pensando que esos seres extraordinarios se debían a la mente calenturienta de algún dibujante. Pero en 1990, en un centro comercial de Orlando, descubrí la realidad de mi entretenimiento infantil (y la de mi compañero). En un Radio Shark compré un par de cajas de, darle clic al espacio ( “Real Mexican Jumping Beans”) y comenzó mi interés por estos pequeños seres. Lo cierto es que en las múltiples veces que he estado en México después de ese año, he preguntado siempre por los “brincadores”, que es como se les llama en ese país. En algunos casos me han llegado a tachar de inocente y crédulo, afirmando que no existían y que se trataba de un mito infantil. Me temo que el fenómeno tampoco se conoce bien en su país de origen. Y cómo fastidia que no te crean, ¿verdad Nico?. Bueno, Nico nos trajo la semana pasada algunos de ellos, con los que pasamos un buen rato.
Álamos, en el estado mexicano de Sonora es, siendo dentro; se come la semilla y construye una especie de telaraña, de la que tira haciendo “saltar el fríjol”. El resultado es muy curioso: un grupo de , darle clic al espacio siguiente:( judías haciendo bruscos movimientos y saltando) como si tuviesen vida interior (de hecho, poseen una vida interior).

Los “frijoles saltarines” sólo se pueden encontrar en Álamos y algunas zonas desérticas de alrededor (Sonora y Chihuahua), alcanzando precios muy elevados desde que se venden masivamente por Internet (de tres a cinco frijoles pueden conseguirse por algo más de un euro). La “cosecha” anual llega a un par de millones de frijoles que empiezan a “brincar” unos 20 días después de las primeras lluvias (sobre junio) y no paran hasta cinco o seis meses después. Si se conservan “en frío” pueden durar hasta un año (se recomienda guardarlos en la nevera, junto a la mantequilla). De esta semilla finalmente sale una mariposa o polilla dorada que, sólo en su lugar de origen, pone miles de huevos en la flor del arbusto (casi un árbol). Las larvas que nacen van “devorando” esta flor hacia la vaina interior a la vez que ésta va madurando y volviéndose dura y marrón. Después de las primeras lluvias de primavera, la vaina se divide en tres partes que caen al suelo. Las afortunadas con un “huésped” serán las “saltarinas”. Y darle clic al espacio siguiente: ( vuelve a comenzar el ciclo para una nueva generación de frijoles saltarines )